Bueno, en la entrada de hoy me voy a saltar un poquito el furor que traigo de la preventa de mi libro (que es decir mucho, me estoy conteniendo bastante de seguir molestando con eso), así que hablaremos de otra cosa porahora.
Bueno, para empezar, debo aclararles que tengo poquito de haber agarrado hábitos de escritora, es decir, manías casi rutinarias en mi quehacer literario, y esto es porque, en sí, dedicándome a escribir largo y tendido y enfocándome en mis propias historias, tengo poco más de un año y medio. Otra aclaración: escribo desde los trece, y siempre me ha gustado muchísimo (tanto o más que hacer obras artísticas) pero nunca me dediqué a profundidad a ello porque lo hacía más por diversión que otra cosa.
Y bueno, se me antojó hablar de mis habitos de escritora porque hace rato… me subí a la báscula y di el grito en el cielo. Oh, sí, el maldito monstruo del peso me alcanzó por fin xD la maldita manecilla del aparato no paraba de subir y yo me quise tirar de cabeza haha. Es decir, no soy gorda ni nada por el estilo, pero vaya que sí he subido algo de peso desde que me senté frente al teclado gracias a esos malos hábitos que me agarré en el último año y medio, así que ya está decidido que me voy a empezar una dieta… pero, ¡en fin! He aquí mis hábitos de escritora 😀
1. Bebidas: nunca puedo escribir si no estoy bebiendo algo. Ojo, no tiene que ser una bebida alcohólica, de hecho casi nunca lo es (excepto en capítulos decisivos, allí sí me zampo una buena copa de vino tinto o una botellita de cerveza bieeen oscura). Lamentablemente, me acostumbré a que muchas de estas bebidas fuesen energéticas, y he allí el origen de mi problema de aumento de peso.
2. O escribo muy tarde o muy temprano. Así es, si quiero escribir agusto y con inspiración, debo hacerlo temprano, casi que al comenzar mi día, o de plano ya entrada la noche.
3. Música: depende de mi nivel de concentración y de la escena. Hay días en los que puedo escribir con mucha tranquilidad con música de fondo, pero hay otros en los que de plano, cualquier ruidito me desconcentra (sobre todo si son escenas de batallas o que requieran alguna secuencia muy específica de acción, porque si no, termino escribiendo cosas que solo yo entiendo.)
4. Adicción al café. Esto lo incluyo a la lista porque, como le platiqué una vez a Paula de Grei, me hice adicta al café gracias a la escritura.
5. Higiene: definitivamente, no puedo escribir si no me he duchado primero (y de preferencia, con agua bien caliente). Me he llegado a bañar dos veces al día con tal de sentirme cómoda.
6. Miro mi librero: Sí, aunque no lo crean xD un hábito que tengo cuando me da un pequeño bloqueo, es dar media vuelta, admirar mi librero y suspirar, diciéndome a mí misma que algún día, mi saga va a estar allí, en al menos mi propia estantería. Eso me inspira 🙂
7. Siempre, siempre cargo una libreta en mi bolsa, y dicha libreta es exclusiva para anotar ideas respecto al libro que estoy escribiendo, porque con el tiempo, se vuelve un pequeño tesoro. (Tengo una que cargaba para el primer libro de LNDB, y ahora que lo he terminado de escribir, está llenísima y llena de cosas que me traen mucha nostalgia.)
8. Acoso en silencio a mis escritores favoritos. Sip. Yo stalkeo, y stalkeo mucho hahaha, pero no es porque de verdad sea una acosadora, es porque me gusta ver lo que la gente que admiro hace, y eso me ayuda a inspirarme a hacer cosas de tan buena calidad como las de ellos C:
Y ustedes, ¿qué habitos tienen como escritores? si se hacen un post como este, me avisan para leerlo 😀
Un post muy divertido e interesante. Me ha llamado muchísimo la atención que a mí también me pasa eso de ducharme (además también con agua por lo general caliente). Es como si tuvieras que hacer una limpieza general, física y psicológica, antes de ponerte a escribir. Qué curioso ajajaj
Y en cuanto a la música, también me sucede que depende del día o de la escena, aunque en mi caso más bien de lo primero.
En lo de las bebidas, a veces tomo un té negro para que me dé energía, ¡y vaya si se nota! Pero prefiero no depender de ninguna sustancia 😉
Un abrazo guapa!
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¡Sí! Y también es como que te preparas para que no tengas nada más qué hacer que sentarte a escribir un buen rato.
Lamentablemente, yo ya me hice adicta al café y a las bebidas en general 😦 gracias por pasarte Lucas, un abrazo de vuelta 😀
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Un curioso post Mariana y lo de stalker todos lo tenemos xDD, yo igual stalkeo a mis autores favoritos, me gusta ver la persona que hay detrás de la imagen del todo poderoso escritor.
En cuanto a mis hábitos… Pues no soy escritora xD pero cuando redacto mis reseñas me gusta hacerlo cuando no hay nadie alrededor que me distraiga, es decir en la noche. Paz y tranquilidad para poder aporrear el teclado como dios manda.
Café *w* amo el café, aunque mi dosis diaria es una taza, máximo dos. En cuando al vino uff me encantaba tomar una copa en alguna lectura y a veces te relaja y hasta inspira.
Para la engordada ya estuvo que valimos xD se acerca navidad y seguro terminamos rodando.
PD. No es por presionar pero :3 queremos LNDB dos jaja
Saludos!
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Hahaha ya sé, agarramos hábitos malos para la figura xD y te juro que ando en eso, a veces quiero tirarme a escribir horas y acabarlo ya, pero el trabajo y las obligaciones me ponen zancadillas 😦
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Qué curioso… tengo pendiente escribir sobre cómo cambian nuestros hábitos a la hora de escribir. Cuando tenía catorce o quince años escribía muchísimo y siempre, siempre tenía que tener música mientras lo hacía. Ahora en cambio me desconcentra mucho… supongo que será la edad.
Interesante entrada, un saludo.
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Hola, Javier 😀 yo creo que también depende de la cantidad de trabajo mental que implica cada cosa. En mi caso, escribir a los 15 era sencillísimo con todo y distractorios, con eso de que no me mataba mucho la cabeza con los plot holes y cosas así 😛
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Yo no puedo escribir con música ni comiendo porque me desconcentro. En cambio, puedo escribir perfectamente con gente al lado sin distraerme jajajja que raras son las manías
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Síii, mira, hemos salido contrarias en el primer punto. Hasta eso, la gente no me distrae tanto, he aprendido a acostumbrarme un poco porque a veces me agarro unos minutos para escribir en el trabajo, y anda gente a mi alrededor todo el tiempo.
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[…] http://lanaciondelasbestias.com/2016/12/07/mis-habitos-de-escritora […]
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Me encanta tu artículo. Yo no tengo ninguno, excepto columpiarme en la silla cuando estoy cansado y bloqueado, y a veces hablar solo😀
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Hey, el hablar solo es buenísimo, te puedes inventar unos diálogos que ni para qué te cuento 😛
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Es hermoso poder autobiografiarse un minuto. La parte que me toca no es muy halagüeña, es a golpe de suerte y toque de fortuna. Y papelitos, montones de papelitos que anoto por cualquier lado. Una desorganización mental que aterra… eppur si muove. 😉
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Hola Fabio, bienvenido al blog 😀 los papelitos es genial, tal vez y con el tiempo, los vas pegando en un album y te haces un tesorito.
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Ahora que lo dices… lo cierto es que cuando me siento a escribir, lo hago muy de mañana, cuando tengo poca gente a mi alrededor y las distracciones son mínimas. Suelo ponerme música, eso sí, pero sea lo que sea, suena de fondo (por fortuna, siempre he podido hacer más de una cosa a la vez, aunque sea un hombre 😀 ) y no me distrae.
Manías, en realidad, no tengo a la hora de escribir. Si acaso, se puede considerar como tal el que, cuando empiezo, no paro hasta tener un mínimo de palabras (que suelen ser 950 para mi proyecto principal, y 600 en el caso de los secundarios)
¡Un saludo!
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Oye, que eso de escribir un mínimo de palabras es muy buen hábito, yo debería ponerme a lo mismo, que te juro, hay días en que estoy tan ocupada que a veces no tengo oportunidad ni de sentarme a escribir una sola (y termino muy frustrada y triste)
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A veces, si la inspiración te pilla un poco de bajón, más que un hábito es una condena 🙂
Pero te obligas, te esfuerzas y, aunque te salga un churro, en la revisión lo cambias (o incluso lo borras sin compasión) y arreglado 😉
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Siempre me ha parecido interesante saber habitos de mis escritores favoritos. Es genial esta idea Marianita, me gusto bastante, porque me identifico con algunos puntos 🙂 saludos y un abrazo!
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Muchas gracias Bichito 😀 me sonrojas hehe. Oye, no creas que no me he olvidado de tu petición, ¿me pasaste ya tu correo? que con tantos mensajes me he perdido un poco.
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Jaja no te sonrojes! :3 creo que si te lo envíe pero no recuerdo, he andado muu ocupado estos dias pero ahorita te lo mando vale 🙂 ammm ¿te lo mando por twitter? Tu dime 🙂
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[…] leer la publicación de Mariana seguir este link. Si alguien más se anima a compartir con nosotros sus hábitos de escritor o escritora será un […]
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Reblogueó esto en rererebloguer.
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Coincido con los puntos 1,2,3,4, 7 y 8
Algo que yo hago es que leo en voz alta lo que voy escribiendo, a veces, caracterizando las voces de los personajes.
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¡Uuy, lo de las caracterizaciones es muy cierto! Yo también lo hago haha xD creo que voy a tener que hacer una parte II de este post, porque me están saliendo montones de hábitos más.
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Que interesante propuesta Mariana. Creo que no tengo ningún hábito además del paseo diario por el campo. De ese lugar traigo a veces una historia y entonces escribo de forma compulsiva hasta que llegamos al final. Odio repasar lo escrito y escucho las mismas canciones del mismo autor una y otra vez. Un beso.
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Aaah, ¡coincidimos con lo de las canciones! Generalmente, tengo un playlist dedicado para un solo libro xD y lo escucho una y otra vez. (Y lo del paseo, me lo apunto, que también a mí me gusta hacerlo y es genialísimo).
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Pues yo coincido con el horario, solo de noche… y el café!!! Besotes guapa!!!
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Ah, es que la noche y el café parecieran ser la clave de la inspiración 😛 abrazos Anita.
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Sip sobre todo el café 😂 Besotes
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Me gustó mucho tu entrada, tal vez lo haga, coincido con la música y el horario 😂 Cada uno con sus peculiaridades 🤔👌
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Síi, me etiquetas cuando la hagas, no quiero que se me vaya a ir 😀
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Me ha parecido muy interesante tu post, yo tomaré el reto de hacer uno similar 🙂 Me he identificado con algunos de tus hábitos.
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:DD me lanzo ahora a leerlo.
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